Vuela liviano sin cargas,
sin lastres viejos pasados.
Ni solo ni acompañados,
se acortan las penas largas.
Con manos sueltas y abiertas,
se remonta el mejor vuelo,
el cielo baja hasta el suelo,
y el corazón se agiganta.
No hay nudos en la garganta
que demoren más el duelo.
Con vista nueva susurra,
cada caricia del viento.
Renueva tu sentimiento
con espontánea frescura.
Que el tiempo no trae la cura,
Si no habitás el presente,
la vida te pone ausente,
a repetir los olvidos,
hasta que sean removidos
al recordar nuestra fuente.
Respírate en lo convexo,
y en lo cóncavo exhala,
que el universo te inhala,
del otro lado del plexo,
jugando que hace de nexo
entre tus dos mismas caras.
Mientras tus cielos exploras,
tus Tierras te dan raíces,
porque siempre en tus narices
estuvo lo que buscabas.
Nunca hubo nada allá afuera,
Sos Todo lo que Hay, siempre.
No importa lo que se siembre,
Ni el fruto que viva o muera,
El tiempo no es una Era,
ni el espacio nuestro lugar.
La Vida no es más que jugar,
a que estamos separados,
para poder conocernos,
viviendo el Verbo Amar.
(Letra y música: Guille Albin ©/® 2020)
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